Deja de preocuparte, sé feliz 5 formas de tener una imagen positiva de la mente

Cuando la gente no conoce el resultado de un evento futuro, suele ser motivo de preocupación. Los psicólogos llaman a este sentimiento aprensivo ansiedad. Aunque es normal tener estos sentimientos de vez en cuando, es importante aprender varios métodos para detener los pensamientos ansiosos y adoptar un estado de ánimo positivo. Aquí hay cinco técnicas que se pueden utilizar para lograr este objetivo.

1. Utilice la técnica de relajación muscular progresiva

La relajación muscular progresiva puede reduce tu nivel de ansiedad reduciendo la tensión muscular que conlleva la preocupación. Debido a que el cerebro es el punto de conexión para la respuesta de relajación, cuando una persona relaja conscientemente cada uno de los grupos musculares de su cuerpo, la tensión mental también disminuye. Aísle un grupo de músculos, concéntrese en relajar esos músculos y luego pase al siguiente. Continúe durante unos minutos hasta que desaparezca la tensión. Repita según sea necesario. Si esta técnica le resulta difícil, un terapeuta puede ayudarlo a aprender a implementarla.

2. Interrumpa su tren de pensamiento

Cuando la preocupación consume gran parte de sus pensamientos, crea un patrón en el cerebro que es difícil de superar. Cuando interrumpe este modelo con otro pensamiento o estímulo sensorial, puede romper el modelo. Por ejemplo, si te encuentras en una espiral de pensamientos preocupantes, tómate un descanso para jugar un juego y resolver problemas, leer un capítulo de tu libro favorito o cambiar tu entorno durante unos minutos. Las autoafirmaciones y los lemas positivos también pueden ayudar a interrumpir el proceso de pensamiento ansioso.

La actividad física también puede ayudar. La actividad física no solo es rica en estímulos sensoriales, sino que también puede liberar endorfinas y serotonina, sustancias químicas que alivian el estrés de forma natural. El ejercicio también ayuda a disipar las hormonas del estrés, lo que resulta en una mentalidad más relajada.

3. Controla tu respiración

Cuando se siente tenso y ansioso, su respiración cambia en la forma en que el cuerpo “vuela o lucha”. Si hubiera una amenaza física, este aumento de la frecuencia respiratoria puede bombear el oxígeno adicional que su cuerpo necesitaría para hacer frente a la amenaza con una acción inmediata. La mayoría de las preocupaciones de hoy no son por qué se necesita este combustible adicional. De hecho, este oxígeno extra puede interrumpir el equilibrio de oxígeno-dióxido de carbono de su cuerpo y causar síntomas como mareos, hormigueo y entumecimiento en manos y pies, manos apretadas y frecuencia cardíaca alta. Para recuperar el control, esto es lo que puede hacer:

  • Siempre tu mismo: Siéntese o recuéstese si puede. Una postura más relajada puede ayudar a que su respiración sea más lenta.
  • Inhalar: Respire profundamente por la nariz durante unos cuatro segundos. Use su diafragma, no la parte superior del pecho, para llenar sus pulmones completamente de aire.
  • Mantenga: Aguante la respiración durante unos dos segundos. Esto hará que su cuerpo consuma oxígeno que ya está en sus pulmones para corregir el equilibrio de gases.
  • Exhalar: Respire lentamente durante unos seis segundos, volviendo por la nariz si puede. Haga una pausa y luego comience el ciclo nuevamente.
  • Repetir: Repita tantas veces como necesite para controlar sus preocupaciones. Para mantener sus preocupaciones crónicas, practique este ejercicio una o dos veces al día.

4. Programe un momento de preocupación

Los estudios muestran que las personas cuyas preocupaciones a menudo se vuelven intrusivas pueden beneficiarse planeando un tiempo para pensar en sus pensamientos inquietantes. Identifica cada uno de los pensamientos que te preocupan. Escríbalos si le ayuda a recordar. A continuación, designe un lugar y un momento para pensar en esos pensamientos. Cuando llegue ese momento, dirígete al lugar que hayas elegido para pensar en estos temas. Durante este tiempo, se intercambiarán ideas sobre soluciones a estos desafíos. Cuando se encuentre preocupado por uno de estos problemas fuera del lugar o el tiempo establecidos, piense en otra cosa para distraerse. Recuerde que puede volver a ese pensamiento más tarde durante el tiempo designado.

5. Mantenga la empresa positiva

Las emociones pueden ser contagiosas. Cuando estás lleno de preocupaciones, lo último que necesitas es que las personas a tu alrededor se quejen, critiquen o encuentren dolor en cualquier situación. Sin estallar en absoluto, evite su compañía tanto como sea posible. Busque personas que tengan una visión más optimista de la vida. Los estudios muestran que las relaciones de apoyo ayudan a desarrollar la resiliencia, la cualidad que ayuda a las personas a lidiar con la adversidad. Elige estar rodeado de personas positivas también puede aumentar sus niveles de confianza y reforzar su sentido de autoestima, dos cualidades que lo ayudan a reducir sus preocupaciones a un nivel manejable.

Si la preocupación se convierte en un desafío tal que no puede superarlo por sí mismo, ayuda. Hable con un profesional para que lo ayude a iniciar el camino hacia una gestión exitosa de sus inquietudes.

Jessica Nava

Psicóloga e investigadora independiente, años de estudios, 2 doctorados e investigación independiente me califican para apoyar a quienes necesitan un cambio en sus vidas.

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